El revelador

En un futuro cercano, la Santa Sede, amenazada por los refundadores del antiguo temple, dispuestos a dar un golpe de Estado en el Vaticano desde el interior mismo de la Curia, solicita los servicios de un diácono español, antes célebre científico y con misteriosas razones para su acceso al diaconado (estas razones son objeto de precuela), para colaborar con el Papa y sus adeptos en el desmontaje del terrible desafío que les habían impuesto. La renuncia del Santo Padre a su Ministerio. Tras un concienzudo estudio de los hechos y realidades que daban veracidad a las amenazas vertidas, el diácono decide colaborar con el reducido grupo de incondicionales al Papa, diseñando un enrevesado plan que logre dar al traste con los objetivos de sus enemigos, un elenco que parece perfectamente organizado y del que no se conoce nada ni a nadie. Por ello aumentan los recelos hacia varios cardenales contrarios a las doctrinas papales. Cuando el plan ya está diseñado y próximo a ejecutarse, Su Santidad, en un momento de iluminación y reflexión, decide adelantar los hechos con el anuncio precoz de su renuncia, consiguiendo así que el mundo entero se muestre avizor ante los anuncios que va a realizar pero lanzando a sus colaboradores a una carrera sin freno. A partir de ese momento se suceden los eventos perfectamente diseñados, estudiados y calibrados con el único objetivo de desenmascarar a los contrarios al Papa y obtener el apoyo de las demás religiones del mundo para acabar con los graves problemas que acucian a la humanidad y al planeta.