Érase una vez… un estallido
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La complicidad del silencio frente a las injusticias termina por matarnos a todos. Nos teníamos a nosotros mismos para ayudarnos y hemos decidido mirarnos el ombligo una vez más. No podemos esperar a que un gobierno solucione los problemas más inmediatos de la población. Hay que actuar, ahora ya. Ese es el llamado de Francisco Villegas. A mirarnos a los ojos y ver el dolor de los otros, porque yo también soy otro, tú eres un otro, y todos somos los otros. Descentralizar no solo las riquezas, sino también el propio ego se hace necesario, no solo en estos tiempos de crisis sanitaria, sino en todo tiempo. ¿Cómo y quiénes harán la verdadera revolución? Hoy, cada uno de nosotros puede hacerla, porque la revolución no está fuera sino dentro de no
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