Mi historia con Dios

Escribir un libro es una de las cosas que mucha gente describe como algo que tenemos que hacer antes de morir. Es curioso; la verdad es que para las personas que no tienen el hábito de leer no es algo “así como que muy cierto”, pero los que tienen el amor por la lectura te podrían decir ¡claro! Pues la mayor parte del tiempo creemos, pensamos y actuamos, conforme a lo que, a lo largo de nuestra vida, vimos, o nos enseñaron, como “lo correcto”.
Lo más difícil para mí a la hora de escribir un libro es atraparte con las primeras líneas, y te prometo que me puse a pensar mucho sobre cómo iniciarlo, ¡hasta que lo descubrí! Te contaré una anécdota. Los que hemos conocido a Dios queremos que todo el mundo lo conozca, y buscamos la manera de llegarle a las personas que amamos (Lo más seguro es que por eso tengas este libro contigo). Bueno, el caso es que mi mamá siempre ha sido amante de la lectura, así que dije, “¡Ah, pues le compro un libro!” Era el año 2008 y todo el mundo traía un libro que se llama Una Vida con Propósito, de Rick Warren. Hasta Barack Obama invitó al escritor a su ceremonia de asunción como presidente de los Estados Unidos.
El libro inicia diciendo: “Si tienes este libro en tus manos, déjame decirte que no es una casualidad, es porque Dios así lo marcó.”. Cuando mi mamá leyó esa parte jajaja, se levantó y ¡me aventó el libro! Me dijo: “¡a mí no me andes regalando esas cosas!” y no recuerdo qué más… Bueno, la verdad sí me acuerdo, pero como esto es un libro cristiano, no te puedo decir lo que realmente dijo jajaja.
El caso es que pensé: “yo no quiero que regalen mi libro y lo primero que hagan es aventarlo”, y por eso no te voy a decir que no es coincidencia que tengas este libro en tus manos. Lo que sí te voy a contar es mi historia con Dios.