Al madero no le gusta la ropa vieja

Marc Rodríguez es un joven guardia civil que acaba de llegar a primeros del mes de junio de 2005 destinado a Puerto del Rosario (Fuerteventura). Nacido en Reus, hijo de una pareja de andaluces que en su momento emigraron desde Huércal de Almería a esa ciudad catalana. Es destinado al Grupo de Investigación en el que el veterano Damián Hinojosa será su mentor.
El lunes 6 de junio la patrulla nocturna de la Guardia Civil localiza en un apartamento de una urbanización cercana a Puerto del Rosario, el cadáver de un varón, atado a una silla, amordazado y con signos de haber sido maltratado.
Marc y Damián son agregados a la Policía Judicial como refuerzo a ese Grupo, pero por una serie de circunstancias terminan quedándose solos a cargo de la investigación. Poco a poco los dos guardias civiles van recabando una serie de datos y pruebas que los llevan al convencimiento de que el homicidio está relacionado con el fenómeno del blanqueo de capitales, al que hay que unir los presuntos delitos de corrupción y abuso de menores.
Un relato que refleja la capacidad de la Guardia Civil para llevar a cabo con éxito investigaciones complejas con unos medios muy escasos. El tesón, la capacidad analítica y un trabajo minucioso son los instrumentos que Marc y Damián tienen a su alcance, herramientas muy importantes que los llevarán al éxito final.