Por encima del péndulo

Xila es todavía una niña cuando una joven haitiana que la persigue le revela su misión: hallar la Piedra Azul de un cacique mapuche que nunca perdió una batalla para aunar a los pueblos nativos, sus conocimientos y terapias ancestrales. Tras esa revelación, la niña, que nació en Buenos Aires, pero vive en París, enferma. Como la fiebre que no remite es una señal de elección, su madre la conduce a una comunidad cerca de los Andes, donde una machi procede a su iniciación antes de emprender un largo recorrido por todo el continente.

En paralelo, León, un joven policía de origen fueguino, dimite de la policía de Buenos Aires para unirse a los Indexfree, un grupo de activistas que se cortan el índice para deshacerse del implante que el gobierno de Nueva Argentina impone a sus ciudadanos. Al reconocer la sortija que podría inculpar al asesino de un niño, en manos de un sacerdote maya que pugna por restablecer antiguos cultos, León cambia su destino a Guatemala.

Xila crece formándose como sanadora entre comunidades indígenas hasta su regreso a París, donde emprende estudios de Medicina; cuando vuelve a despedirse de su maestra en su lecho de muerte, la anciana le entrega la Piedra Azul para que lleve a cabo su misión. Mientras, León, detenido por el sacerdote, es enviado al inframundo jugar a la pelota maya. Perseguida también hasta El Salvador por sus sicarios, Xila se esconde en un convento y, tras cruzar la frontera escoltada por tres monjas, conoce a una sanadora con la que emprende un viaje de regreso a las comunidades de su infancia y hacia antiguos saberes.

Drogada por un guía mientras visita los templos de Tikal, Xila asistirá a la decapitación del ganador de un partido de pelota maya en unas cuevas antes de despertar en su hotel. Mientras descubre su embarazo, Xila halla refugio en Buenos Aires; una rabina la inicia a la sabiduría de la cábala. A punto de dar a luz es secuestrada y llevada a Haití. Tras recibir una ayuda inesperada, volverá a París donde una prueba le confirma que el padre de su hijo sería el jugador decapitado…

Más allá de las enseñanzas de sus maestros y de sus hostigadores que las ponen a prueba, por encima del vaivén del péndulo que la arrastra, Xila deberá decidir si prosigue su misión y si baja a los infiernos de Xibalba para rescatar al que ama como en los antiguos mitos.